El otoño pasado me atraparon 3 libros Finding Ultra de Rich Roll, No me puedes Lastimar y Nunca Terminar, los 2 últimos de David Goggins.
Compartían 2 temas en común al menos:
El otoño pasado me atraparon 3 libros Finding Ultra de Rich Roll, No me puedes Lastimar y Nunca Terminar, los 2 últimos de David Goggins.
Compartían 2 temas en común al menos:
Yo puedo ser una persona difícil…
Admítelo.
Igual que todo el mundo, tengo mecanismos defensivos que me convierten en una persona difícil de conocer.
Mi actitud defensiva es una protección contra la humillación y la crítica, es un manera de intentar controlar mi entorno.
Detrás de mis mecanismos de defensa está el deseo de estar cómodo con la gente, pero en vez de arriesgarme al rechazo, aparto a los demás de mí.
Creo que con cierto nivel de consciencia llega una frustración muy particular:
Estar tropezando con la misma piedra y que haga lo que haga concluyó con una emoción incómoda.
Esa pregunta me generaba mucha frustración…
¿Por qué no parece simétrica la proporción de sentimiento en una pérdida que en una ganancia de la misma experiencia?
Seguir leyendo ¿Por qué duele perder más que saborear una ganancia?
Llorar y cerrarme.
Ya no quería jugar y balbuceaba algo ininteligible entre sollozos para abandonar el turista mundial.
Eso pasó algunas veces en casa de mi abuela con mis tíos y mis papás. Tenía 5 años, quizá menos.
“Autosabotaje”.
De eso trata esta entrada, de lo que normalmente consideramos sabotajes cuando llegamos a cierto nivel de consciencia y nos damos cuenta de que tenemos más responsabilidad de la que creemos y menos control del que nos gustaría.
Una idea que no deja de sorprenderme consiste en que la mejor manera de aprender es enseñar.
Aún más que hacer, compartir algo, me obliga sin esfuerzo a hacerme consciente de lo que trato de transmitir.
Con esta experiencia me vino a la cabeza este principio básico de escalar:
“Si quieres que te duren las manos, usa las piernas.”
Seguir leyendo Si quieres que te duren las manos, usa las piernas
Indecisión, inconformidad y culpa: esas son mis 3 tendencias.
A partir de escribir y revisar, agregando lo que escucho con pacientes, me resultó liberador darme cuenta de esas 3 intentos de huida, que terminan por volverse 3 reciclajes.
Creo que lo que más miedo me da, no es:
perder a alguien que quiero, perder dinero, enfermar, fracasar, el rechazo, el abandono, la crítica, retroceder, la mediocridad…
Lo que más miedo me da se puede sintonizar con cualquiera de esos temas, eso sí, pero en esencia, lo que de verdad me “pone mal” o “bien” es mi expectativa, mi interpretación y mi juicio.
Buscar: estar bien, ser feliz, no sentirme mala persona, tener una buena autoestima, estar equilibrado…
Son formas ambiguas en que busco el alivio o la satisfacción. Su intención es legítima, por desgracia entre más busco esas experiencias, más autocrítico me volveré.
De esa paradoja viene el título de esta entrada.
Me doy cuenta que el proceso de conocerme, implica asumir esa parte juzgona e inconforme con la que me educaron mis papás, mis maestros y mi religión de niño, que después arraigó en mi interior de adolescente y que se cristalizó de adulto.