Uno libro – película, de los que más me calan tienen por nombre un oxímoron:
El Guerrero Pacífico.
Es un título muy gráfico que alinea oposición y diluye la tendencia al blanco y negro que nos regula en automático.
Uno libro – película, de los que más me calan tienen por nombre un oxímoron:
El Guerrero Pacífico.
Es un título muy gráfico que alinea oposición y diluye la tendencia al blanco y negro que nos regula en automático.
Hay momento para sembrar y otro para cosechar. Hay ocasión para moverse y otra para restaurar, de tal modo que el desarrollo sea fluido y sustentable, incluso exponencial.
Pero creo que uno de mis mayores sesgos es no saber parar cuando llevo rato haciendo algo y veo que los resultados no son simetricos con la cantidad de energía invertida.
La siguiente es una adaptación de un fragmento del libro Effortless (Sin Esfuerzo), de Greg McKeown, autor de Esencialismo.
“Lento es fluido, fluido es rápido.”
Me parece fascinante y práctico rastrear la esencia de algunas actividades que me gustan; el pedacito que puede generar grandes resultados con poco esfuerzo.
En los últimos 2 meses en medio de miedo, achaques, somatizaciones y lesiones le bajé a la escalada…
A diferencia de otras veces en las que me frustro y pienso que perderé lo ejercitado por la pausa…
Ahora el miedo a estar enfermo, dirigió mi atención a algo menos superficial que el ejercicio y aclarar mis temas de salud.
“No hay un mal entrenamiento”.
Es una idea recurrente que ya he mencionado antes y que me ayuda a moverme cuando no ando al 100, cuando me lesiono, cuando pierdo dinero, cuando suelto hábitos que me enriquecen.
“No hay un mal entrenamiento”, se refiere a que una vuelta a la calle, 1 peso ahorrado, un acercamiento torpe en un momento de silencio resentido… son ejecuciones que para mi parte lógica no tienen sentido, pero que a la parte emocional le brindan 2 beneficios:
1) identidad, a partir de una acción concreta, y:
2) inercia, para dar continuidad a algo que se mermó o arranque a algo que parece abrumador.
Hace unas semanas me encontré con un agregado a la idea de que no hay mal entrenamiento…
En realidad siempre hay un entrenamiento, sólo que no vemos hacia dónde se orienta la inercia. Si compro, dejo de ahorrar; si soy indiferente, dejo de ser empático. Siempre hay un hábito que se cultiva con acción u omisión.