“Respeta tu proceso”
Ésta idea me parece más amable y eficiente que:
“Suelta”.
“Defínete”.
“Fluye”.
“Sé congruente.”
“Atrévete”.
“El 《no》 ya lo tienes”.
“¿Qué es lo peor que podría pasar?”
Al menos, a mí me ocurre qué entre más me obligo a definirme con empezar algo nuevo que me intimida, o con cerrar un ciclo que me pesa en una relación o en un trabajo…
Más me engancho y más pierdo confianza en mi decisión.