Nuestras emociones hablan por nosotros, nuestros momentos de vida hablan por nosotros…
Aunque es fácil creer que somos dueños de nuestra voz.
A las emociones les gusta prometer, a las emociones se les hace fácil amenazar.
Nuestras emociones hablan por nosotros, nuestros momentos de vida hablan por nosotros…
Aunque es fácil creer que somos dueños de nuestra voz.
A las emociones les gusta prometer, a las emociones se les hace fácil amenazar.