Hace unos días empecé con unas molestias en el hombro, en parte creo que por andar algo flojo con la actividad física…
Sin saber bien cómo retomar el ejercicio, decidí que volvería a nadar.
Sólo para rehabilitar. Sólo para sanar.
No era por bajar grasa o peso, ni ser más rápido o fuerte, era por aliviar una inflamación leve que no desaparecía.
Todo lo que haría iba orientado a esa pregunta:
“¿Me sirve para sanar?”