Me sorprende lo práctico y fácil que puede resultar alcanzar lo que queremos.
Lo difícil es dejar de ser “lógico” al respecto.
“Querer”, es fácil. Cualquiera puede querer.
“Esforzarse”, aunque se lea contradictorio, también es fácil. Cualquiera puede esforzarse y estresarse.
“Quejarse”, es todavía más fácil, y menos funcional aún que “querer” o “esforzarse”.
Lo que es difícil por parecernos contraintuitivo es: SOLTAR, JUGAR, AGRADECER, CELEBRAR.
No creo que sea “malo” querer.
Querer más dinero, querer bajar de peso, querer que alguien nos entienda…
No es malo, es poco práctico.
Lo que me parece súper funcional es:
saber cuando dejar de querer.
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