¿Cómo saber si me miente?

Creo que me muevo en 3 planos: emoción – pensamiento, palabra y acción.

Del mundo interno al externo.

Mis emociones y pensamientos sólo son accesibles para mí, y a veces ni siquiera yo lo tengo claro, ya que es natural fluctuar de una emoción a otra en lapsos breves y prolongados, lo mismo sucede con los pensamientos, que, por lo general vienen de forma desorganizada y espontánea.

Mis palabras son el puente entre lo que tengo en mis entrañas y mi intención de conectarme con el mundo exterior. Las palabras son limitadas, nunca van a permitir por completo transmitir toda la complejidad de lo que siento y pienso, pero una de las experiencias más gratas que puedo vivir es sentirme comprendido y conectado con alguien, esto  a veces se consigue con palabras, y en otras ocasiones de manera preverbal, más primitiva, pero también más profunda, con las…

Acciones, éstas son manifestaciones concretas de lo que traigo en mi interior, es el producto más crudo que puede haber. Las acciones pueden distorsionarse, pero son más difíciles de alterar que el discurso.

Considerado lo anterior, recuperó la pregunta del título:

¿CÓMO SABER QUE ME MIENTE?

Y quiero ir aún más lejos, esto es más importante que saber si alguien me miente o no:

¿CÓMO SABER QUE YO ME MIENTO?

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Propósito, libertad y maestría

Hace varios años me encontré con una propuesta que describía las 3 características del trabajo ideal:

1. Que esa labor tuviera un sentido,

2. Que uno se sintiera con la posibilidad de crear, explorar e improvisar, y:

3. Que la actividad correspondiente generara la experiencia de que uno perfecciona o adquiere habilidades, experiencia y conocimiento.

 

Disfrutar del Tiempo, Catherine Blyth

En junio leí Disfrutar del Tiempo de Catherine Blyth, ese libro tenía varias referencias, una de las cuales, leo en estos momentos:

Drive, de Daniel H. Pink

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4 maneras de reaccionar

Hace unos días se me presentó una situación en la que me pasmé, no sabía cómo reaccionar, ni siquiera sabía si moverme. Sólo que no era cómodo mantenerme indeciso.

Mi psicólogo me recordó algo que ya me había compartido hace tiempo.

Me dijo que primero debía aclararme el ¿PARA QUÉ? quería moverme.

¿Cuál era mi intención de hacer algo?

¿Por qué voy a mandar un mensaje, acercarme a alguien, hablar con alguien, o alejarme de alguien?

Mi terapeuta añadió: hay 4 maneras en que nos enfrentamos a una situación:

1. Defenderse

2. Evadir.

3. Ser víctima

4. ENRIQUECER

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No seas ambicioso

Durante mucho tiempo, y aún sucede, me generaba culpa no conseguir ciertos objetivos en tiempo y forma, o no conseguir una “vida equilibrada”.

Entre frustración por no hacer las cosas de manera óptima o culpa por de plano no moverme, me doy cuenta de que hay una manera de anular pensamientos de indecisión que esperan las condiciones adecuadas para empezar grandes proyectos que digo que quiero y simplemente no ejecuto.

Esa manera implica dejar de ser ambicioso.
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