Yo puedo ser una persona difícil…
Admítelo.
Igual que todo el mundo, tengo mecanismos defensivos que me convierten en una persona difícil de conocer.
Mi actitud defensiva es una protección contra la humillación y la crítica, es un manera de intentar controlar mi entorno.
Detrás de mis mecanismos de defensa está el deseo de estar cómodo con la gente, pero en vez de arriesgarme al rechazo, aparto a los demás de mí.