Sólo una vez

A veces soy muy cuadrado…

Y si me pongo muy estricto con una dieta o un entrenamiento, gente que me quiere me dice para que coma algo rico o descanse: “no es todos los días, date chance.”

Me pasa con frecuencia que darme chance hace que me vaya a  otro lado y me atasque de golosinas o empiece a haraganear. Ahí ya es tarde para darme cuenta de que caí redondito en el engaño de “¿Qué tanto es tantito?”

 

Es una versión personal del slogan de Sabritas con respecto a que no puedo comer sólo una.

 

Hay un detalle interesante en está inercia saboteadora que empieza por un permisito, y consiste en que esa fórmula puede ser bidireccional, es decir, podemos vendernos la idea de que será “sólo una vez” cualquier cosa, tanto algo favorable  a nuestro desarrollo como algo nocivo.

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La utilidad del enojo

Hay una pregunta que me hacen  los  pacientes  (y yo mismo me la hago) con frecuencia:

“¿es malo enojarse?”

 

Y yo contesto: “No es malo, ni bueno, es práctico.”

 

De eso trata este post: de la utilidad del enojo…

 

Hace rato escuchaba a mi maestra.

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