En el consultorio y en mi cráneo me encuentro con una afirmación que se acompaña de frustración.
Un “Yo sé…”
Que viene junto con pegado con algún “debería”.
Menciono la frustración, porque aunque a nivel intelectual, moral y social sé mucho, rara vez eso que se sé coincide con lo que siento, o con algún resultado concreto que no se define por más piedra que pico desde ese deber ser.