¿Desde dónde hago?

Una idea que me parece muy simple y practica consiste en dame cuenta que me muevo desde el miedo o el amor.

Todas las diversas reacciones que pueda manifestar vienen de esta dicotomía.

Alguna vez escuché en una conferencia que un criterio para orientar nuestras decisiones sin remordimiento parte de la pregunta: “¿Qué haría el amor?”.

No un amor romántico o cursi, sino un ímpetu de vida, de integración y de armonía.

Si considero ese eje, encuentro claridad. No siempre me dejo impulsar por la pregunta mencionada.

Si ando cansado, irritable, lastimado, enfermo, angustiado… soy proclive a andar a la defensiva y ser algo cínico.

En esos momentos de humanidad, se me antoja muy ambicioso ponerme de “amoroso”.

Sin embargo, sí me resulta funcional preguntarme desde dónde me estoy moviendo.

Creo que sería tiránico obligarme a ser “bien vibrososo”, si ando bajón de ánimo, y un ejercicio de amor conmigo mismo que me quita presión e incrementa las posibilidades de sentirme mejor, implica aceptarme con mi mal humor.

No para justificarlo, pero sí para romper la inercia de conflicto e inconformidad.

De este modo, preguntarme: “¿desde dónde reacciono?”, me ayuda a colocarme un poco más cerca de la cuestión: “¿Qué haría el amor?”

Poner atención a mi sentimiento actual me posibilita, primero, pausarlo, para, después, elegir con menos impulsividad, más consciencia y así dejar de retroalimentar mi impotencia.

Considerar desde dónde hago también me ayudará a anticipar un poco las consecuencias de mis movimientos.

Si cacho que me muevo desde el desquite, el desahogo, la búsqueda de reconocimiento…

Será más probable que frené un poco mi drama y que empiece a moverme, a lo mejor, no al amor y el valegorrismo, o poner la otra mejilla de dientes para afuera…

Pero sí será realista que pueda empezar a actuar desde la transparencia, la vulnerabilidad y la búsqueda de conexión, para así  reducir las posibilidades de hacer algo que me dejé peor de lo que ya me encuentro.

Digiprove sealCopyright secured by Digiprove © 2022 Arturo Hernández

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *