La mejor inversión

“Toda inversión financiera supone riesgos.”

Es una máxima económica.

Y usualmente: a mayor riesgo de pérdida, la posibilidad de retorno promete una recompensa mayor.

Lo opuesto sucede con poco riesgo: se espera una recompensa menor.

Me fascina la economía conductual a este respecto (y en la gestión cotidiana de mis emociones, más), y un sesgo que nos distingue es nuestra AVERSIÓN A LA PÉRDIDA.

 

No me gusta sentir que pierdo, dinero, tiempo, relaciones, oportunidades.

 

Y otro sesgo que tenemos, supone la AVERSIÓN AL SENTIMIENTO DE VACÍO.

Esto es: no me es natural tener un espacio o excedente de algo sin ocupar, sea espacio físico, tiempo, energía  y, por supuesto, dinero. No es fácil hacer “nada” (literalmente), o dejar en pausa bienes materiales y abstractos.

No me imaginaba la cantidad de: dinero, además de tiempo ,energía y claridad, que podía obtener rápido y con 0 riesgo con una inversión particular.

Esa inversión, no es sencilla, pero está  al alcance de todos.

Puedes tener más dinero, no para tu jubilación, ni para el fin del 2021, ni para finales de este diciembre…

Puedes tener dinero extra hoy.

(Ya mencioné que también puedes tener otros recursos más románticos como tiempo, energía y claridad, pero dejémoslo sólo en dinero, de momento).

Y esa inversión milagrosa que promete un retorno inmediato con riesgo nulo se llama:

Reconciliándome con mis aversiones“.

Si abrazo mi incomodidad frente al vacío y mi miedo a la sensación de perder algo…

… dejaré de comprar hoy un café o unos chicles sólo por comprar, o dejaré de comprar en línea para “aprovechar ” una ganga…

Si empiezo con esos desapegos cada día. Tendré menos deuda hoy, y se vuelve exponencial al final de la semana y no se diga a fin de mes.

Me gusta invertir, y me emociona si gano 4% al año y lo veo reflejado al mes, me gustó cuando gané 20% 2 veces al final de un año…

Pero acabo de darme cuenta que si me reconcilio con mi ansiedad y mi vacío, y los hago conscientes, puedo tener más tiempo, disfrutar más de mi trabajo al reducir la horas y ser más selectivo con los pacientes con los que quiero trabajar en lugar de buscar “más pacientes” por que necesito trabajar y pagar deudas, y tener más tiempo para leer, hacer ejercicio, cocinar y comer con calma, además de salir con mis amigos o tomar siestas…

Todo por dejar de comprar compulsivamente para tapar mis huecos o sentir que debo aprovechar descuentos.

La cuota a pagar por esa inversión milagrosa que puede volverse de infinito por ciento de inmediato al día con dejar de comprar por comprar, supone lidiar con el discurso interno de que soy un inútil, de que estoy desperdiciando el tiempo, de que debería ser productivo, de que me voy a arrepentir en el futuro, e ideas afines.

Esa es mi mejor inversión, aprender a estar quieto y abrazar mi miedo a la pérdida y mi incomodidad al no hacer nada.

¿Qué harías (con un consumo consciente) con $10 extra por hora, o con  $100 extra al día, o con $5000 extra o más al mes?

Multiplicado por un año, o una vida, creo que es rentable aprender a abrazar la ansiedad, el aburrimiento y el vacío….

O reformulado en una pregunta:

¿Cuánto me muevo, gasto, bebo o como, por ansiedad, aburrimiento y vacío?

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4 comentarios en “La mejor inversión”

  1. Es muy cierto, la verdad soy una persona que trata de no comprar compulsivamente porque odio más el sentimiento de “por qué me compré esto” a “puedo comprarme esto más adelante si aún siento que lo necesito”. Es un cambio de mentalidad, sin embargo, en México está muy arraigado el tema de comprar un cafecito diario o tener el celular último modelo. Muy buen post! Gracias

  2. “Si dudo, no lo necesito realmente”.
    Esa frase me ha ayudado a aprender a consumir conscientemente, y consumir cualquier cosa, relación, actividad…
    Adicionalmente de que ahora entiendo que la culpa me protege y ahora la veo como mi aliada en muchos temas… puedo llenar huecos momentáneos pero, lo que me acarreará más adelante, será demasiado doloroso así que, mejor a veces, y solo a veces, me doy un lujo… por que también lo valgo!

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