Lecciones de una paciente seductora

 

Llegó hace un par de semanas. Venía triste, ansiosa, y muy asustada del fin de semana, ya que se avecinaba un infierno por no pasar ese par de días con una pareja.

 

 

Ir a terapia no era la decisión más cómoda que pudiera tomar. Había ido con una psicóloga un poco de tiempo antes que le había dicho que estuviera por 6 meses sin entrar a Tinder ni tratar con ningún hombre, que se diera la oportunidad de estar sola.

 

Irónico: la recomendación sólo acentuó lo que trataba de resolver.

 

“Sé cómo ligar en Tinder, sé cómo ir a un antro o bar y ligarme a alguien, pero ya estoy cansada de eso.

Los hombres sólo quieren sexo y una vez que te cazan, ya no quieren nada más…

Y a los que yo les gustó no me gustan…”

 

Platicamos de lo que representaban para ella las relaciones de pareja y surgió una dinámica de control, de lucha, de dominio…

 

Su ansiedad disminuyó conforme avanzaba la consulta. Se daba cuenta de por qué seducía, por qué le gustaba que la cortejaran de un modo específico, y por qué no marchaba en sus relaciones…

 

Estaba aterrada de estar sola, porque era muy severa consigo misma, y en el momento en el que se establecía una relación con alguien más su carga se distribuía porque siempre hallaría a un “cabrón” o a un “pendejo” donde pondría parte de todo lo que ella se decía en su discurso interior…

 

Fue muy interesante ver, que en el momento en el que comenzó a estar a gusto con ella misma y a disfrutar como un juego, en lugar de búsqueda de aceptación y distribución de agresión, de interactuar con las personas, disminuyó notablemente su ansiedad.

 

Tengo un gran danés, come mucho y me sale muy barato comprarle su alimento en Jamaica, vi unas flores que me gustaron y decidí comprármelas. Fue un regalo que me hice a mí misma. La subí como foto de perfil de WhatsApp. Una amiga me preguntó quién me las había regalado. Le dije que nadie, que yo misma me la compré…

 

Y hay un montón de chavos que me andan buscando, pero no siento esa necesidad de salir con nadie ahorita, y sé que si salgo con alguien lo voy a disfrutar, pero ya no me siento presionada a que tiene que darse o a que tiene que buscarme o llamarme…

 

Le dije que era muy gráfico como ella está aprendiendo a tener y cultivar amor propio, en lugar de buscarlo afuera y padecerlo cuando no llega o se pierde.

 

Creo que muchas veces olvidamos querernos y atendernos, y resulta más fácil reclamarle a alguien más que nos quiera. Eso me enseño la paciente seductora.

 

Arturo Hernández Vera, especialista en dependencia emocional, infidelidad, celos y resolver ruptura de pareja

Psicólogos y terapia individual y terapia de pareja en el D.F., ahora CDMX.

artherver@yahoo.com.mx

0445530729624

 

Copyright secured by Digiprove © 2016 Arturo Hernández